¿Quiénes somos?

Altho
una empresa familiar bretona especialista de patatas fritas, competitiva e innovadora, comprometida para el empleo y el desarrollo sostenible.

Nuestra empresa esta situada en el corazón de la región Bretaña con su cuenca agrícola rica, particularmente en el cultivo de verduras y de patatas.

Como agente económico principal de la región, Altho emplea 309 personas todo el año y hasta 400 personas en temporada alta.

Como PME, nuestro equipo se caracteriza por su dinamismo, su implicación, su reactividad y su deseo permanente de satisfacer a sus clientes.

Más allá del equipo, es toda la economía local que se organiza alrededor de Altho a través de la cooperación agrícola que une más de 250 agricultores y nada menos que 200 empresas bretonas (proveedores o contratistas) que trabajan con nosotros cada año.

Nuestra PME esta imponiéndose como una verdadera fuerza económica en el corazón de Bretaña.

Ahora disponemos de 2 sitios de producción en Francia (Bretaña y Ardèche) y 1 sitio en Portugal (Tentugal).

Nuestros clientes

Líder del Private label en Francia
y la marca Bret’s en la vanguardia de la innovación

ALTHO fabrica productos para casi todas marcas de la gran distribución en Francia, líder indiscutible en marcas de distribuidores.

Nuestra marca propia, Bret’s, va ganando amplitud y notoriedad, convirtiéndose en el aspirante indiscutible en patatas fritas aromatizadas. Gracias a una excelente relación precio-calidad, nuestra marca no deja de desarrollarse, con innovación y diferenciándose.

Estamos desarrollando nuestra presencia al nivel internacional, con la marca Bret’s o con marcas de distribuidores. Estamos presentes en Europa, Asia y África.

Nuestra política de calidad, innovación y rendimiento responde perfectamente a los pliegos de condiciones específicos de cada cliente.
Somos reconocidos por la calidad de nuestros productos y nuestro excelente nivel de servicio.

Nuestros 2 sitios de producción de Francia cuentan con certificado IFS (International Food Standard) de nivel 6 (high level)

Confían en nosotros:

Calidad

¡Calidad
con sencillez!

Patatas, Aceite de girasol, sal de Guérande, condimento aromático y… ¡eso es todo!

Proponer sabores correctos, auténticos y naturales… ¡eso es nuestra vocación!
¡Controlando el ciclo de producción entero! De la selección de la variedad de patata hasta la etapa final de cocedura, ofrecemos una transparencia total sobre la concepción y la calidad de nuestros productos.

Las patatas fritas bretonas provienen de variedades especificas de patatas como la Lady Claire o la Lady Rosetta. Redondas, calibradas y sin defectos, así que dan bonitos pétalos. ¡Ideal para patatas fritas de calidad!

Durante la preparación, las patatas están lavadas, peladas y cortadas antes de estar cocidas en su punto en aceite de girasol. Finalmente, las patatas están saladas y condimentadas. Para patatas fritas al natural, la sal de mar esencialmente viene de las salinas de Guérande donde esta recogida a mano.

Con arreglo a su pliego de condiciones, seleccionamos recetas aromáticas naturales, sin aditivos exaltadores de sabores ni edulcorante. ¡Nos adaptamos a sus requisitos!

Para nuestras verduras fritas, utilizamos instrumentos específicos de cocción lenta, a baja temperatura y al vacío para conservar todas las propiedades organolépticas de cada verdura (zanahorias, chirivías, patatas dulces y remolachas).

Cooperación agrícola

¡Porque buenas patatas fritas
vienen de patatas de calidad!

Desde el siglo 18, la región de Bretaña se estableció como especialista en el cultivo de patatas.

Con la pluviometría regular, las patatas crecen en condiciones de cultivo ideales que los dan una calidad y un sabor inimitable.

Desde la fundación de la fabrica en 1995, Altho ha desarrollado cooperaciones con un numero creciente de agricultores, para controlar la cultivación y recolección de las patatas.

Una cooperación duradera, un aprovisionamiento de calidad

Hoy en día, esta cooperación duradera une más de 250 agricultores bretones en 1700 ha asegura el 75% del aprovisionamiento. Para limitar transportes, todas las granjas están en Bretaña, a menos de 170km de la fabrica de producción.

Comprometiéndose duraderamente con agricultores asociados, Altho asegura sus aprovisionamientos, ofrece una estabilidad de precios contractualizados por recolección, proporciona asesoramiento en técnica de cultivo, así como soluciones “llave a mano” (plantones, sembrados, tratamientos, irrigación, arranque).

Por fin, con su pliego de condiciones especifico, Altho asegura en control del almacenamiento de las patatas para una conservación optima entre la recolección (otoño) y el consumo (primavera). Así que la empresa bretona puede controlar perfectamente la trazabilidad de sus productos.

Estrategia medioambiental

El desarrollo sostenible:
más que palabras, acciones…

Desde hace muchos años, Altho ha colocado la estrategia medioambiental en el corazón de sus preocupaciones. Deseosa de combinar desarrollo sostenible y competitividad económica, no dejamos de imaginar soluciones siempre más innovadoras. Hoy en día, lo que hemos implementado esta fructificando, y solo es el principio…

Agricultura sostenible:

Controlando el pliego de condiciones tempranamente, podemos monitorizar los cultivos desde en principio y todos los tratamientos en nuestros campos.

Huella de carbono: -35% de emisiones de CO2 en 10 años

Desde 2007, realizamos huellas de carbono cada dos años para controlar nuestras emisiones de CO2, desde la plantación de las patatas hasta la entrega al cliente.

Un consumo de agua reducido a la mitad gracias a un sistema especifica de filtración y de tratamiento de aguas

Con su sistema especifica, Altho filtra y reutiliza la misma agua para 4 tareas distintas. El agua para realizar las patatas fritas también se utiliza para lavar las laminas, cortar las patatas, lavarlas y para la irrigación de los campos de nuestra explotación agrícola.

Reciclaje optimo de residuos: 98% de residuos reciclados

Como controlamos el ciclo de producción entero, los co-productos y residuos son tratados y reciclados.

Peladuras, residuos de corte, trozos de fritas, patatas con defectos, embalajes de cartón, plástico y madera, ¡hasta papeles en las oficinas y vasos de plástico de las salas de descanso!